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lunes, 21 de mayo de 2007

leer[se]

En el fondo del fondo la nostalgia del orden, el deseo de simetría. Un poco lo mismo que Enrique, mi cuñado, que durante sus estancias en casa se ha impuesto la atrea de leer los libros del armario extremo de mi biblioteca de izquierda a derecha y de arriba a abajo; imposible resistir a la tentación de casar los dos comienzos, el del diario y el del año.
Algo cansado, si pienso en las últimas semanas y en los días que aún aquedan hasta que marche. Lo que nos viene de fuera, dictado, tiene el inconveniente de ahorrarnos decisiones; estamos a la espera, simplemente, y eso desmoraliza. Llevar una vida sin acontecimientos exteriores parece una condición indispiensable si se pretende tomar decisiones de orden moral. Así la muerte, que siempre nos viene impuesta, desmoraliza tanto.
La felicidad de controlar los hechos -"facilidad, felicidad sin tacha".

"retrato del artista en 1956",
jaime gil de biedma